.png)
Estos sistemas de extinción resultan perfectos para la prevención de incendios en restaurantes, bares y hoteles, siendo su instalación obligatoria en todas aquellas cocinas cuya potencia supere los 50 kw y en todas aquellas cocinas públicas, residenciales y hospitalarias, cuya potencia supere los 20 kw. Cada tres meses deberá realizarse la revisión y el mantenimiento del sistema.
Su funcionamiento es tan simple como eficaz: Un sistema automático se activa al detectar temperaturas superiores a los 93°, liberando un agente espumoso, que apagará el fuego y evitará su reactivación.